Shushufindi.
Redacción Fabricio Cartuche
Aproximadamente 500 personas
participaron activamente del retiro parroquial organizado por los Frayles
Franciscanos Conventuales, una invitación abierta para todos los feligreses que
deseen conocer más sobre la vida de Jesús y el creador.
Los integrantes de los grupos y movimientos parroquiales, estuvieron participando activamente en el desarrollo del evento, que tuvo como tema central el discernimiento de la fe, por ello era necesario que tanto los integrantes de los grupos estén presentes en los tres días, mientras tanto los catequistas y animadores del centro y comunidades lo hicieron como parte de la formación que los misioneros lo hacen hacia los que dedican al servicio de Dios.
Los católicos en gran parte como irresponsables de nuestra vida espiritual nos dedicamos hablar mal de los demás, incluso aseverando algunas de las cosas que no conocemos y de acuerdo al mandato de Jesús es amaras a tu prójimo como a ti mismo, al mismo tiempo la parábola del hijo pródigo nos habla de la vida que llevamos llena de orgullo, soberbia y vanidad, identificándonos a cada uno de nosotros cuando hacemos las cosas a mi manera sin importar el daño que estamos causando a los hermanos, pero lo bueno es que existe un hijo arrepentido con ganas de ser mejor, de realizar cambios fundamentales en su corazón. Al final nos dejó un solo mensaje a todos, que somos pecadores, por lo tanto debemos arrepentirnos como lo hizo el hijo pródigo, perdonar como el padre lo perdonó, solo así lograremos conseguir el mandato del padre celestial, amarnos los unos a los otros.
Los integrantes de los grupos y movimientos parroquiales, estuvieron participando activamente en el desarrollo del evento, que tuvo como tema central el discernimiento de la fe, por ello era necesario que tanto los integrantes de los grupos estén presentes en los tres días, mientras tanto los catequistas y animadores del centro y comunidades lo hicieron como parte de la formación que los misioneros lo hacen hacia los que dedican al servicio de Dios.
Los católicos en gran parte como irresponsables de nuestra vida espiritual nos dedicamos hablar mal de los demás, incluso aseverando algunas de las cosas que no conocemos y de acuerdo al mandato de Jesús es amaras a tu prójimo como a ti mismo, al mismo tiempo la parábola del hijo pródigo nos habla de la vida que llevamos llena de orgullo, soberbia y vanidad, identificándonos a cada uno de nosotros cuando hacemos las cosas a mi manera sin importar el daño que estamos causando a los hermanos, pero lo bueno es que existe un hijo arrepentido con ganas de ser mejor, de realizar cambios fundamentales en su corazón. Al final nos dejó un solo mensaje a todos, que somos pecadores, por lo tanto debemos arrepentirnos como lo hizo el hijo pródigo, perdonar como el padre lo perdonó, solo así lograremos conseguir el mandato del padre celestial, amarnos los unos a los otros.
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